Este tiempo es una locura. Hace una semana estaba lloviendo y yo durmiendo con tres mangas y el nórdico por culpa del frío... y hoy esto:
Ayer, viernes, Iris y yo decidimos coger un autobús e irnos a la playa. Esta vez no era Yilan (aunque al final acabásemos allí, como siempre) e íbamos por una buena causa: ayudar a un amigo taiwanés a preparar una competición de surf. Después de tumbarnos a mirar el cielo nocturno durante 20 minutos y ver 2 estrellas fugaces (este fin de semana había lluvia de estrellas) nos fuimos a dormir a un hostal. Nos despertamos a las 5 y media de la mañana y ayudamos (mínimamente, para ser sincera) en las labores de la competición. Más tarde, llegó Diana con unos amigos y nos llevaron a Yilan donde disfrutamos de una bonita tarde de sol y calor... a pesar de encontrarnos a mediados de diciembre.
Con muchas ganas de aprender surf... pero hoy no fue el día.
Y aquí os dejo la foto de un pececillo que nos encontramos en la playa...
sábado, 15 de diciembre de 2012
lunes, 3 de diciembre de 2012
Hong Kong
Pensábamos que nuestro viaje se acababa en el aeropuerto de Denpasar, pero no fue así.
Salimos del aeropuerto de Denpasar a las 00:05 y llegamos a Hong Kong a las 04:45! A pesar de no haber dormido nada, sabíamos que no podíamos desperdiciar las 7 horas de escala que nos esperaban allí. Preguntamos si podíamos salir y volver a entrar sin problema al aeropuerto y cuando nos dijeron que "sí", lo teníamos claro.
No teníamos ni idea de qué era lo más importante para ver en Hong Kong, ni que zona era mejor, así que cogimos un autobús a la isla de Hong Kong, cerca de la estación de trenes para poder volver más tarde al aeropuerto y nos fuimos en busca de aventuras.
A pesar de la lluvia, el frío y que solo teníamos dos horas, disfrutamos de Hong Kong y de sus rascacielos... tan diferentes a la Indonesia que acabábamos de dejar atrás.
De vuelta al aeropuerto, y dirección Taipei.
Salimos del aeropuerto de Denpasar a las 00:05 y llegamos a Hong Kong a las 04:45! A pesar de no haber dormido nada, sabíamos que no podíamos desperdiciar las 7 horas de escala que nos esperaban allí. Preguntamos si podíamos salir y volver a entrar sin problema al aeropuerto y cuando nos dijeron que "sí", lo teníamos claro.
No teníamos ni idea de qué era lo más importante para ver en Hong Kong, ni que zona era mejor, así que cogimos un autobús a la isla de Hong Kong, cerca de la estación de trenes para poder volver más tarde al aeropuerto y nos fuimos en busca de aventuras.
A pesar de la lluvia, el frío y que solo teníamos dos horas, disfrutamos de Hong Kong y de sus rascacielos... tan diferentes a la Indonesia que acabábamos de dejar atrás.
De vuelta al aeropuerto, y dirección Taipei.
Bali 2º parte
Nada más llegar a Ubud nos fuimos a visitar el famoso Monkey Forest (bosque de los monos). Hay que tener mucho cuidado con ellos pues si no te das cuenta te quitan las bolsas que lleves (sobre todo si hay comida) o se suben a ti (vimos a un mono que se subió a una chica y le pegó dos bofetadas antes de bajarse de ella).
Hay zonas dentro del bosque en las que no hay tantos monos y los paisajes son preciosos. Típicas imágenes del sudeste asiático que todos hemos imaginado alguna vez.
Al día siguiente nos fuimos a dar una vuelta por Ubud y un taxista nos ofreció por 20 euros llevarnos a visitar unas zonas más alejadas. Yo tenía muchas ganas de ver los arrozales tan famosos de Ubud así que nos fuimos con él.
Primero nos llevó a Holly Spring. La gente se baña en unas piscinas de agua fría y piden deseos. Justo al lado hay un templo hinduista precioso donde la gente rezaba. Para entrar a dicho templo hay que llevar puesto un sarong que te prestan allí mismo.
Y luego nos llevó a los arrozales. Parece ser que había otros muchos más grandes en el centro de la isla, pero no teníamos tanto tiempo.
Se acababa nuestro viaje a Bali. Así que cuando el taxista nos llevó de vuelta a nuestro hotel, dimos unos paseos y al aeropuerto.
Sin duda, un viaje inolvidable.
Hay zonas dentro del bosque en las que no hay tantos monos y los paisajes son preciosos. Típicas imágenes del sudeste asiático que todos hemos imaginado alguna vez.
Al día siguiente nos fuimos a dar una vuelta por Ubud y un taxista nos ofreció por 20 euros llevarnos a visitar unas zonas más alejadas. Yo tenía muchas ganas de ver los arrozales tan famosos de Ubud así que nos fuimos con él.
Primero nos llevó a Holly Spring. La gente se baña en unas piscinas de agua fría y piden deseos. Justo al lado hay un templo hinduista precioso donde la gente rezaba. Para entrar a dicho templo hay que llevar puesto un sarong que te prestan allí mismo.
Y luego nos llevó a los arrozales. Parece ser que había otros muchos más grandes en el centro de la isla, pero no teníamos tanto tiempo.
Se acababa nuestro viaje a Bali. Así que cuando el taxista nos llevó de vuelta a nuestro hotel, dimos unos paseos y al aeropuerto.
Sin duda, un viaje inolvidable.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Bali 1º parte
Hace dos semanas un buen amigo vino a visitarme desde Francia. El sábado pasado, ambos cogíamos un avión con dirección, primero a Hong Kong y luego a Bali. De una isla a otra.
Mi primera impresión de Indonesia fue maravillosa. Para la primera noche habíamos hablado con una chica por CouchSurfing y poder dormir en su casa y conocer un poco más de cerca Indonesia, sus culturas y sus gentes. Andi fue encantadora con nosotros. Teníamos pensado llegar a Bali y dormir (pues pensamos que estaríamos muertos de sueño), pero las ganas de conocer nos pudieron y salimos a bailar. Kuta es la mejor zona para divertirse, encontrar sitios con buena música y ver australianos por todas partes.
Por la mañana, al salir de casa de Andi nos encontramos con una familia que nos ofreció un taxi/coche para llevarnos al hotel. Las niñas eran preciosas.
Después de dejar a Mak negociar el precio, nos fuimos al hotel. Satriya Cottages es, sin lugar a dudas, uno de los mejores hoteles en los que me hospedado jamás. Unos jardines preciosos, una piscina con bar impresionante y unas habitaciones con unos baños que quitan el hipo. Además, el hotel estaba situado en pleno centro de Kuta y a solo 4 minutos andando de la playa.
La religión principal en Bali (a diferencia del resto de Indonesia que es el Islam) es el hinduismo. En casi todos los negocios, restaurantes, hoteles, casas, incluso en la misma calle se pueden ver ofrendas con galletas, flores e inciensos.
Las comidas típicas balinesas son "mie goreng" (fideos) y "nasi goreng" (arroz). Deliciosos.
Kuta es también el lugar perfecto para practicar actividades acuáticas y nosotros no pudimos resistirnos: por solo 20 euros hicimos ket ski, banana boat y parasailing. El último fue el mejor, increíble la sensación de volar y maravillosas vistas desde allí arriba.
Las playas de Bali no tienen la reputación de ser una maravilla. Sin embargo, la playa de Kuta es grande y, desde mi punto de vista, muy bonita.
Nuestro segundo día en la isla decidimos ir a ver Pura Luhur Tanah Lot, uno de los templos más visitados en la isla. Un lugar mágico. Cuando la marea está alta es muy difícil acceder al templo, nosotros nos aventuramos y nos mojamos todos, pero mereció la pena. Cuando nos íbamos, una chica se acercó y me preguntó si su amigo se podía hacer una foto conmigo, le dije que no tenía problema y de repente, toda la gente que estaba allí sacaron sus cámaras de fotos y empezaron a fotografiarnos. Al acabar, otra familia se puso rápidamente a mi lado para sacarse más fotos. Yo sonreía tímidamente y Mak me miraba con cara de "¿qué está pasando?". Fue una experiencia graciosa.
Otra buena experiencia vivida en Bali fue probar el café más caro del mundo, cagado por una civeta. Nos costó 4 euros la taza de café (cuando en Europa es increíblemente mucho más caro) y es más fuerte que el café normal.
Seguiré mañana, pues aún me quedan 2 días de viaje por contar.
Mi primera impresión de Indonesia fue maravillosa. Para la primera noche habíamos hablado con una chica por CouchSurfing y poder dormir en su casa y conocer un poco más de cerca Indonesia, sus culturas y sus gentes. Andi fue encantadora con nosotros. Teníamos pensado llegar a Bali y dormir (pues pensamos que estaríamos muertos de sueño), pero las ganas de conocer nos pudieron y salimos a bailar. Kuta es la mejor zona para divertirse, encontrar sitios con buena música y ver australianos por todas partes.
Por la mañana, al salir de casa de Andi nos encontramos con una familia que nos ofreció un taxi/coche para llevarnos al hotel. Las niñas eran preciosas.
Después de dejar a Mak negociar el precio, nos fuimos al hotel. Satriya Cottages es, sin lugar a dudas, uno de los mejores hoteles en los que me hospedado jamás. Unos jardines preciosos, una piscina con bar impresionante y unas habitaciones con unos baños que quitan el hipo. Además, el hotel estaba situado en pleno centro de Kuta y a solo 4 minutos andando de la playa.
La religión principal en Bali (a diferencia del resto de Indonesia que es el Islam) es el hinduismo. En casi todos los negocios, restaurantes, hoteles, casas, incluso en la misma calle se pueden ver ofrendas con galletas, flores e inciensos.
Las comidas típicas balinesas son "mie goreng" (fideos) y "nasi goreng" (arroz). Deliciosos.
Kuta es también el lugar perfecto para practicar actividades acuáticas y nosotros no pudimos resistirnos: por solo 20 euros hicimos ket ski, banana boat y parasailing. El último fue el mejor, increíble la sensación de volar y maravillosas vistas desde allí arriba.
Las playas de Bali no tienen la reputación de ser una maravilla. Sin embargo, la playa de Kuta es grande y, desde mi punto de vista, muy bonita.
Nuestro segundo día en la isla decidimos ir a ver Pura Luhur Tanah Lot, uno de los templos más visitados en la isla. Un lugar mágico. Cuando la marea está alta es muy difícil acceder al templo, nosotros nos aventuramos y nos mojamos todos, pero mereció la pena. Cuando nos íbamos, una chica se acercó y me preguntó si su amigo se podía hacer una foto conmigo, le dije que no tenía problema y de repente, toda la gente que estaba allí sacaron sus cámaras de fotos y empezaron a fotografiarnos. Al acabar, otra familia se puso rápidamente a mi lado para sacarse más fotos. Yo sonreía tímidamente y Mak me miraba con cara de "¿qué está pasando?". Fue una experiencia graciosa.
Otra buena experiencia vivida en Bali fue probar el café más caro del mundo, cagado por una civeta. Nos costó 4 euros la taza de café (cuando en Europa es increíblemente mucho más caro) y es más fuerte que el café normal.
Seguiré mañana, pues aún me quedan 2 días de viaje por contar.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
miércoles, 31 de octubre de 2012
Visión del mundo
Desde que llegué a Taiwán ha habido algo que siempre me ha llamado la atención, pero hasta hace poco no me había dado de cuenta del porqué me llamaba la atención.
Aquí lo dejo, y que cada uno saque sus propias conclusiones.
¿Alguien se atreve con las diferencias?
Aquí lo dejo, y que cada uno saque sus propias conclusiones.
Mapa del mundo según Europa (al que estamos acostumbrados desde pequeños)
Mapa del mundo según Asia
domingo, 28 de octubre de 2012
Halloween
A pesar de ser una tradición estadounidense, muchos pubs y discotecas ofrecen entradas gratis a aquellos que se disfracen. Obviamente, mis amigos y yo no podíamos perdernos esta maravillosa oportunidad.
Hubo alguno que pasó mucho calor esa noche.
Terraza con maravillosas vistas.
Y los tres ÁNGELES.
Hubo alguno que pasó mucho calor esa noche.
Terraza con maravillosas vistas.
Y los tres ÁNGELES.
Día del Orgullo Gay en Taipei
Taiwán es uno de los países de Asia más abiertos en cuanto al tema de la homosexualidad. Y así lo demostraron el sábado con este desfile.
jueves, 25 de octubre de 2012
Acostumbrarse
Últimamente mucha gente (que me conoce desde hace menos de dos meses) me ha recordado sorprendida lo rápido que me adapto a las cosas. Y creo que es verdad.
En menos de dos meses me he acostumbrado a un país y a una cultura totalmente diferentes a lo que había vivido antes: a comer comida que antes no me gustaba, a ver cucarachas enormes en todas partes, a pensar en idiomas que no son el mío propio, a escuchar canciones de coreanos y bailar sus extravagantes bailes, a confiar en gente que hace dos meses no conocía de nada, a intentar comprender lo que está escrito en chino en cualquier cartel, a que anochezca a las 6 a pesar de ser aun octubre, a beber té con leche, al pésimo tráfico y a estar cerca de ser atropellada 4 veces al día, a que haga sol, llueva y haga frío en menos de 20 minutos, a solo poder hablar con la gente que más quiero por medio de un ordenador, a restar 6 horas a la hora en la que vivo para saber qué hora es en España, a usar dollares taiwanes e intentar calcular todo el rato cuánto es eso en euros, a pensar desde la cultura de otro, a tener grandes amigos que nacieron a miles y miles de kilómetros de mi casa, a tener una cama enorme solo para mí, a no escandalizarme al ver chicas de una talla 30-32 everywhere, a las picaduras de mosquitos, a cruzarme con extranjeros y pensar "tú también has descubierto el paraíso secreto de Taiwán", a ser diferente, a comprar café en lata en el supermercado, a no poder beber agua del grifo, a no tener persianas (eso tampoco fue tan difícil), a enseñar palabras como "basura", "caraculo", "tetas grandes" a mis compañeros de clase... y a mil cosas más.
Adoro vivir aquí.
En menos de dos meses me he acostumbrado a un país y a una cultura totalmente diferentes a lo que había vivido antes: a comer comida que antes no me gustaba, a ver cucarachas enormes en todas partes, a pensar en idiomas que no son el mío propio, a escuchar canciones de coreanos y bailar sus extravagantes bailes, a confiar en gente que hace dos meses no conocía de nada, a intentar comprender lo que está escrito en chino en cualquier cartel, a que anochezca a las 6 a pesar de ser aun octubre, a beber té con leche, al pésimo tráfico y a estar cerca de ser atropellada 4 veces al día, a que haga sol, llueva y haga frío en menos de 20 minutos, a solo poder hablar con la gente que más quiero por medio de un ordenador, a restar 6 horas a la hora en la que vivo para saber qué hora es en España, a usar dollares taiwanes e intentar calcular todo el rato cuánto es eso en euros, a pensar desde la cultura de otro, a tener grandes amigos que nacieron a miles y miles de kilómetros de mi casa, a tener una cama enorme solo para mí, a no escandalizarme al ver chicas de una talla 30-32 everywhere, a las picaduras de mosquitos, a cruzarme con extranjeros y pensar "tú también has descubierto el paraíso secreto de Taiwán", a ser diferente, a comprar café en lata en el supermercado, a no poder beber agua del grifo, a no tener persianas (eso tampoco fue tan difícil), a enseñar palabras como "basura", "caraculo", "tetas grandes" a mis compañeros de clase... y a mil cosas más.
Adoro vivir aquí.
miércoles, 24 de octubre de 2012
Mandarín y taiwanés
Hoy una amiga me ha contado una cosa muy curiosa. Estábamos hablando sobre las diferentes lenguas que se hablaban en España y en Taiwán. He encontrado una gran diferencia. Mucha gente mayor en Taiwán (los abuelos de las nuevas generaciones) habla taiwanés y no saben hablar mandarín. Sus hijos e hijas (los ahora padres y madres) pueden hablar ambos pero les hablan a sus hijos principalmente en mandarín. Tenemos pues un gran problema. Nietos y abuelos, en muchos casos, no son capaces de comunicarse por no hablar el mismo idioma. No estoy hablando de un español-gallego que puede ser comprensible si emisor y receptor no hablan el otro. Estoy hablando de dos idiomas totalmente diferentes. Los nietos que, por circunstancias de la vida tienen que vivir con sus abuelos, aprenden taiwanés por necesidad. Los que, al contrario, solo visitan a sus abuelos de vez en cuando, se dedican a sentarse a lado de los padres de sus padres a escuchar una lengua que no entienden sin poder hacer ningún comentario al respecto. Me ha parecido una situación muy triste. No poder preguntarle a tus propios abuelos cómo vivían hace 50 años, cómo eran esos tiempos, cómo se sentían, cómo se conocieron... Tantas historias de amor, de guerra, de felicidad y de viejos tiempos que esos nietos se están perdiendo. Obviamente, el taiwanés se puede aprender en algunos colegios y universidades, pero no es obligatorio. Cuando le he dicho a mi amiga que para mí todo eso era muy triste y que no podía imaginar esa situación en mi familia, ella me ha contestado con un simple: "aquí, es algo normal".
sábado, 20 de octubre de 2012
Yilan de nuevo
Ayer pasé el día en la playa con unos amigos. Me encantan las playas aquí... aunque ayer nos enteramos de que no está permitido nadar. Había demasiados surferos y no te dejaban meterte donde te cubriera más de la cintura. Aun así, nos dimos un chapuzón maravilloso. Hizo un día excelente.
martes, 16 de octubre de 2012
Adaptando sabores...
Marcas conocidas en Europa se adaptan a la cultura asiática de esta forma tan particular:
En unos días pondré marcas conocidas en España y sus "traducciones" a caracteres chinos para su mejor lectura.
Lay's sabor a sushi
En unos días pondré marcas conocidas en España y sus "traducciones" a caracteres chinos para su mejor lectura.
domingo, 14 de octubre de 2012
Maokong
Y sigo descubriendo las maravillas de Taipei. Ayer sábado fui con tres amigos al Maokong. Hay una atracción turística muy conocida en Taipei que es el teleférico (Maokong gondola) que te sube hasta el Maokong, una zona montañosa con restaurantes típicos y antiguas fábricas de té.
El viaje de ida y vuelta es solo de 100NT$ (lo equivalente a 2.60 euros), ¡super barato!
Para coger el teleférico hay que ir a la estación de metro "Taipei Zoo" y a partir de ahí está perfectamente indicado.
Fotos de nuestro viaje en teleférico:
Ya arriba, aprovechamos para disfrutar de las maravillosas vistas de la capital y de un restaurante taiwanés lleno de familias con niños pequeños que nunca lloran y comen mejor que mucha gente que conozco.
El viaje de ida y vuelta es solo de 100NT$ (lo equivalente a 2.60 euros), ¡super barato!
Para coger el teleférico hay que ir a la estación de metro "Taipei Zoo" y a partir de ahí está perfectamente indicado.
Fotos de nuestro viaje en teleférico:
Ya arriba, aprovechamos para disfrutar de las maravillosas vistas de la capital y de un restaurante taiwanés lleno de familias con niños pequeños que nunca lloran y comen mejor que mucha gente que conozco.
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